A nuestro juicio, trabajarlo no es cosa fácil, pues requiere un cambio de paradigma; hay que cambiar el «objetivo». De la fidelización a la relación. Si nos centramos en la relación, la fidelidad de los clientes es un efecto sobrevenido.
Hoy día la marcava más allá del logotipo y debe servir para: Reflejar valores, diferenciarse e identificar el producto o servicio, pero especialmente… para lograrconexión emocional, trabajar la pertenenciay justificar el precio.